12 de octubre de 2010

Crítica de "SUPERAGENTE 86"

Con este remake de una de las series más populares de los años 70, muchos espectadores recordarán con cierta nostalgia esta especie de James Bond de pacotilla que parodiara otras tantas películas de acción o intriga policíaca.



La elección de Steve Carell como protagonista siempre acaba resultando un acierto en las películas de comedia más modernas, por lo que en esta ocasión no iba a ser menos. Además, resultará interesante tener en pantalla a un elenco de caras conocidas al servicio de esta disparatada y alocada comedia. La guapa de Anne Hathaway como compañera del espía protagonista, el entrañable James Caan representando un esperpéntico presidente de los Estados Unidos, el duro de Dwayne Johnson tomando cuerpo en uno de los agentes secretos más serios del film y, entre otros, Masi Oka (que conoceremos por ser el japonés de la serie televisiva de Héroes) representando un simpatiquísimo papel que regalará unas inocentonas -pero impagables- sonrisas en sus pocas escenas de actuación.


La trama es tan tontorrona como predecible, perfectamente diseñada para realizar un sentido homenaje del personaje original, hecho que, a grandes rasgos, acaba consiguiendo de forma notable. A pesar de la simplicidad de este tipo de películas, Superagente86 consigue combinar una serie de hilarantes sketches repetidos casi hasta la saciedad que, sin embargo, acaban resultando en pantalla casi tan divertidos como sonrojantes.


Unos cuantos guiños a la serie de la que toma el nombre, uno cuantos artilugios ya míticos en toda trama de espionaje que se precie, unas cuantas escenas de absurda pero desternillante acción que salpican todo el montaje y una interminable colección de coletillas que servirán para parodiar todas las películas serias del género.


En definitiva se trata de una película plana que logra su objetivo principal: sacar la carcajada simplista del espectador que acude sin mayores complicaciones a pasar un rato agradable.

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