CRÍTICA DE "KILLERS"

Siempre es reconfortante ver una refrescante película en este caluroso tiempo veraniego. Esa es la oferta de la película KILLERS, una comedia romántica salpicada con tintes de suspense y escenas de frenética acción. La fórmula del matrimonio con secretos oscuro del pasado, vuelve a repetirse una vez más para tratar de hacer pasar un buen rato frente a la pantalla.

Durante toda la trama, se nos vendrá a la mente la cinta de Angelina Jolie y Brad Pitt (“Sr y Sra. Smith”) y la más reciente de la pareja formada por Tom Cruise y Cameron Díaz (“Noche y Día), ya que comparten un argumento bastante similar. En esta ocasión, Ashton Kutcher será quién guarde los secretos como asesino a sueldo, al amor de su vida que encarnará Katherine Heigl. A pesar de que el argumento no termine de sorprender, llegando incluso a dejar algunos cabos sin sentido para forzar algunas situaciones límite, nos encontraos ante un metraje divertido que combina con ligereza los gags humorísticos con la dosis de intriga y acción necesaria como para mantenerse expectante desde el principio hasta el final.

El papel de Tom Selleck, como padre de la protagonista, hace ganar enteros a todo el metraje, ya que parece quedarle como un traje a medida para su estilo de actuación. Sin embargo, algo que sorprende es ver a Kutcher algo más violento que de costumbre –la película se permite la licencia de mostrarnos algunas muertes sin tratar de buscarles una explicación aceptable-, aún así, el actor continua brindándonos alguna de sus mejores sonrisas para provocar alguna tierna carcajada en la butaca.

En resumen, una película sin más pretensiones que las de hacer pasar un buen rato: la pareja protagonista se encargará en todo momento de refrescar el ambiente para hacer que las escenas cómicas del guión dejen un buen sabor de boca a todos los asistentes.